La palabra "vendimia" encierra muchas cosas en su interior. Es celebración y alegría, pero también es trabajo y sacrificio. Durante estos meses hablamos mucho de la Fiesta, pero poco de la Cosecha. Aquí entonces va una nota para homenajear a los trabajadores del campo mendocino, protagonistas de la verdadera Vendimia.
Esta mañana pudimos visitar una finca en San Martín. El "Tío Ernesto", como le decimos, pasó a buscarnos temprano y partimos para Alto Salvador. El año pasado nos habíamos arrimado a la finca y ahora debíamos mostrártela.
Cuando llegamos, el camión ya estaba allí y la gente en los viñedos. Bajo túneles de parra, varios hombres y unas tres mujeres cortaban racimos para llenar sus tachos. Terminada la tarea era cuestión de cargar el pesado tacho al hombro, ir hacia el camión, subir una escalerilla, volcar la uva adentro y conseguir la ficha para luego volver a empezar el ciclo.
Con música tropical y regaetton de fondo, algunos hacían bromas para amainar el trabajo, otros charlaban de sus planes y habían quienes preferían guardar el aliento para su labor. Para cambiar el panorama habían dos jóvenes curiosos con una cámara preguntando a más no poder.
Varios con los que hablamos trabajaban en la vid desde hace más de 10 años. Cuando se termina la cosecha viene la poda, siempre hay algo para hacer. Algo lamentable fue que sólo uno de quienes entrevistamos había ido a la fiesta de su departamento (claro está, preferimos no preguntar por la Nacional). "La Vendimia es esto, más allá de las fiestas", nos comentaba uno.
Mucho más podríamos contarte, pero a quienes les corresponde hablar es a ellos y no a nosotros. Por eso vamos a estar editando los videos y las fotos que sacamos hoy para que los viñadores también puedan ser escuchados y vos puedas conocer al menos a un grupo de ellos.
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