
El elenco logró combinar las luces del escenario con una variedad de temas nacionales, desde el Himno Nacional Argentino hasta Los dinosaurios. En los monólogos, con humor habló de los militares, el modelo, fútbol y Malvinas. Alternadamente seguía la historia de los títeres, hechos con simpleza: un bigote como los militares (que subía a un autito verde), útiles como estudiantes y el pañuelo blanco como las Madres de la Plaza.
El director de la obra y hombre sobre el escenario fue Adolfo Lanzavecchia. En diálogo con él, nos contó que hace más de 20 años trabaja con títeres y apreció estar en este encuentro. "Había que buscar que comunicar aunque ya se hubiese dicho durante más de 30 años y poder mostrar cosas que sólo se pueden hacer con títeres, con los símbolos, con la percepción de la emoción disparada adrede y además generar discusión y reflexión".
La muchacha de los libros usados
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Con un vestuario militar y máscaras de perro, los actores parodiaban a los uniformados alternando discusiones serias con el absurdo. De destacar es la música propia del elenco, cambiando letras y consiguiendo risas por todas partes. La canción "Por tí volaré" (Andrea Bocelli) empezó normalmente y de repente cambió su letra por "Yo soy militar... a mí me gusta matar, por eso salgo a cazar...". Una técnica de la que participaron la Marcha militar ("Avenida de las Camelias"), el himno a Sarmiento y Malvinas también.
En dirección y puesta en escena estuvo Juan Comotti. Al preguntarle sobre la obra, rescató que "No te deja un mensaje armado. Después vos te vas con un debate interno, sino la obra terminaría en el teatro y se queda acá". Con la gran parodia que recibe el ejército, quisimos saber si algún militar se había quejado. "No, nunca pasó nada así. Igual si uno de ellos la viera, seguro que no la entendería", sentenció.
Imágenes: www.actoresmendoza.com.ar
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