lunes, 28 de marzo de 2011

El cierre de un Encuentro para recordar

Este domingo 27 finalizó el VI Encuentro Provincial por la Memoria y los Derechos Humanos.
Para traértelo nos fuimos al Teatro Independencia, con cuatro presentaciones distintas y algunos tentempiés en el medio.

A eso de las 20:45hs arrancó la compañía El Árbol Danza Teatro, que bajo la dirección de Vilma Rúpulo presentó "Arias Madres". La música suave contrastaba con la oscuridad del escenario, iluminado el centro donde dos hombres bailaban sobre un sillón. Desaparecidos estos, tres mujeres quedaron danzando con rumbo perdido, hasta encontrar la fuerza en unos pañuelos blancos.

Con motivo del Día Internacional del Teatro, en este espacio tres representantes leyeron el mensaje de la ugandesa Jessica A. Kaahwa. En él destacó cómo el teatro destruye prejuicios y ayuda a comprender al otro, invitando a usarlo como herramienta de Paz. "Millones se gastan en misiones de paz, ¿por qué no invertirlo en una herramienta menos costosa y mucho más poderosa?".

Siguiendo con el programa, Lorena Membrive subió al escenario para hacer escuchar "Un grito profundo". Sonidos de viento, tambor y pezuñas acompañaban la potente voz de esta muchacha. Estábamos ante el clamor de Justicia proveniente de la hija de un desaparecido político: Miguel Membrive. Declarando que "la lucha no termina", se despidió del escenario agradeciendo estar ahí.

Llegó el turno del elenco La libélula, con la obra "Mi nombre es...". Aquí una misma actriz representaba a dos mujeres que respondían a una entrevista. Ambas, sin saberlo, hermanas separadas por la dictadura militar. Una puesta en escena simple, con mucho ingenio en la representación y con un final que dejó a más de uno aturdido.

Antes de la última función, el presentador Rodolfo "Lito" Suden empezó a emitir un relato de futbol con el Elenco Mendoza TNT. Allí homenajeó a varios del teatro mendocino ("David Blanco le discute al árbitro ¡y le gana la discusión!") entre muchas risas.
Todo listo para cerrar con "Lágrimas y risas", el unipersonal de Ernesto Suárez. Con una mezcla de humor y drama, el "Flaco" nos contó cómo se había vuelto actor. Para ello narró su historia personal y las injusticias de un pobre campesino.

La última función del Encuentro fue en la Encosala con el artista invitado Hugo Kogan. Con la obra "Potestad" de Eduardo Pavlovsky, dio el cierre a una semana dedicada a no perder la Memoria y a honrar los Derecho Humanos. El Teatro es sin duda una gran herramienta para lograrlo.

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